martes, 4 de febrero de 2025

La nana gris. 3 de Febrero 2016


        Niño que vienes al mundo, bienvenido, tuyo es. Qué penita de mi niño, qué culpita has de tener. Mi niño recién nacido, ten a mano esta canción aunque para tu suerte te queden años para comprenderla, años en los que crearás un mundo que ojalá no olvides, mundo que indiscutiblemente será mejor que este nuestro, fuera de tus fronteras, fuera de la caverna, mundo de febrero en el que naciste y al que me devolviste. 
Tú, el ser humano más fuerte del mundo, ese al que hoy regreso de nuevo, para enfrentarme a mis dragones, a matar o morir, matar para seguir viviendo, morir para vivir otra vida. A este cuento de terror ya llegarás algún día, por eso te mezco estas palabras, una nana a mi manera, una nana de febrero, que a la cara siempre te diré como yo veo que son las cosas y si quieren otros que te las cuenten color de rosa. Este mundo de terror hoy me aleja del tuyo, ese en el que inventas colores con tu alma sin imposibles sobre el lienzo caliente del sur, así no hay utopía que resista tu creación. Gracias por pintar garabatos con tus suspiros en este mi mundo que nos aleja hoy y perdón por traerte sólo una nana de mi mundo gris, que ojalá te ayude a esquivar la profecía del mundo que devora otros mundos, ojalá puedas contarme qué se siente.         Por eso aprende de mi nana que tu sangre es roja de obrero y no azul de reyes, así que cuidado con la altura de tus sueños, que el fracaso es lo primero que desteñirá tu mundo. Por suerte viniste a nacer a la orilla de la risa, orilla de amarillo, chillón por la risa, donde las expectativas se salvan al grito de un "buenos días princesa". Aprende a nadar lejos de esta orilla para que vuelvas a ella con colores y risas de otros mundos. Aprende que cualquier forma de arte es un brote de color verde de los mundos que fueron creados, luego devorados. Del amor solo te diré que me escuches y aprendas a hacer todo lo contrario, que no te creas eso de que hombre cobarde no conquista mujer bonita, que ella también tendrá algo que decir y de valientes está el cementerio lleno. 
Aprende a vivir mi niño, saca tu corazón a la intemperie, que le llueva, que le truene, y si lo rompen las heridas se remiendan, que más vale un corazón maltrecho, escarmentado y descosido a un corazón intacto, triste, solo, desganado y escondido. Un corazón que haya perdido los colores de un mundo como el que tú ya andas creando, al que he venido a asomarme unos días para blanquear mis morados dolientes y mis negros opacos y así mecerte a mi manera esta nana de febrero, por un mundo en el que vencer el gris de mis dragones con el arco iris de tus camaleones.

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