Hay síes en condicional, hay síes en afirmativo, hay síes que te cambian la vida, que la mejoran, que la empeoran. Hay síes que acaban pero te quitan lo bailao, hay síes gritados, síes susurrados, hay síes piadosamente mentirosos, hay síes deseados, suplicados, resignados.
Hay síes ante altares, hay síes dolorosos, síes impulsivos más tarde arrepentidos, hay síes que emocionan, que enamoran, que ilusionan, que entristecen, que fortalecen. Hay síes en la mirada, en la sonrisa, en las caricias, en los abrazos, hay síes en la palabra.
Hay síes jurados, hay síes demostrados una y otra vez, hay síes esperados, hay síes para tu gloria, tu infierno o ambos a la vez.
Hay síes que condenan al llegar, al marchar, hay síes que condenan mientras no llegan, hay síes que nunca llegarán.
Hay síes en la memoria de alguien pero no en la tuya, en el olvido de alguien pero no en el tuyo, hay síes sustituidos. Hay síes de verdad, síes con fe, síes dados con más fe que verdad. Hay síes más pensados que sentidos.
Hay síes indeseados, síes que se fueron y de nuevo vuelven, síes que no se van por más que se intente, síes que no se quedan si otr@ no quiere.
Hay síes sabidos, síes callados, síes acobardados, síes que engañan a todos, a algunos o ni siquiera a ti mismo.
Hay síes a destiempo, a tiempo, al fin y al cabo honestos.
Hay síes que perdonan, hay síes que distancian, hay síes que despiertan, que duermen, que no dejan despertar, que no dejan dormir.
Hay síes felicitados, hay síes caballeros, hay síes envidiados. Hay síes porque sí, hay síes ¿por qué no?, hay síes explicados, hay síes inexplicados.
Hay síes en las noches, en las botellas, en las mañanas, en la primavera, en la playa. Hay síes en las canciones, en las cartas, hay síes recibidos con la cabeza alta y con la cabeza baja.
Hay síes de los que huyes y te persiguen, hay síes que llamas y echan a correr.
Hay síes incomprendidos, hay síes no preguntados, hay síes no respondidos, hay síes no encontrados.
Hay síes más fuertes que un no, más fuertes que un no sé, más fuertes que tú, que yo, más débiles también.
Hay síes que decides, síes que deciden, hay síes que se esconden, pero síes en el fondo. Hay síes cada semana, cada verano, naturales, esforzados, que no van a ningún lado.
Hay síes para cada uno, hay síes correspondidos, no correspondidos, hay síes para algunos. Hay síes esperanzados, hay síes al otro lado, hay síes no valorados.
Hay síes necesarios, innecesarios, pacientes, complacientes, decisivos. Hay síes de paz, de guerra, de tregua, que nunca dan tregua.
Hay síes que se añoran aunque nunca se tuvieron, hay síes que se añoran precisamente porque nunca se tuvieron, hay síes que vivieron cerca, que murieron lejos, y viceversa.
Yo digo sí a todo lo que tú escribes y digo sí a ti, Antonio. Sí a que formes parte de mi vida. Sí a compartir el camino contigo y sí a guardarte en un cachito del corazón.
ResponderEliminarAyyyyy y y y. Yo digo sí de vuelta a todo eso también. Muuuacka
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