domingo, 11 de agosto de 2024

07. Popurrí - Un juntaletras en el Camino

POPURRÍ
…que aunque tenga cien razones para llorar, siempre encuentra ciento una para reír.” 
Los gatos callejeros, 2013. 

        Y si el Camino es un reflejo de la vida porque forma parte de ella, tampoco el Camino puede ser idílico. Es un camino de piedras, tierra, polvo, no un camino de rosas. Quien antes aprenda que lo imperfecto o el dolor forman parte de la vida, antes será capaz de disfrutar el tiempo de las rosas que te ofrece, a sabiendas de que se marchitarán. Entonces, cuando llegue el tiempo de las espinas, podrás sonreír y esperar a los nuevos brotes, porque llegarán. 
En este espejo de la vida en el que estoy las rosas del peregrino se marchitan cuando empieza a surgir el dolor, físico al principio, que pueda derivar con muy mala suerte en un dolor emocional. El dolor recién nacido es solo una preocupación pero si se las apaña para crecer se convierte en sufrimiento, luego en frustración, tristeza, desánimo, negatividad. Te golpea sin parar hasta hacer que tires la toalla. 
        Llegados a este punto es bueno recordar que el Camino, entre comillas a diferencia de la vida, sí puede abandonarse. Para poder volver es necesaria la partida. Por eso me escribo esto ahora que siento preocupación, para sonreír recordando las rosas que ví y viví estos días, para olvidar el dolor en mis pies mientras disfruto de Catalina encendida, esplendorosa y llena entre nubes o de esa centinela blanca en el cielo antes de recoger su rebaño para llevárselo a otra parte del mundo. 
        Esas son las gaditanas maneras que me enseñaron a sobrevivir para no morir hasta que sea posible volver a vivir. Así intentaré que el dolor se quede solamente en mis pies sin que consiga ponerme a mí a sus pies. 
“Y si se pierde, da iguá ¿y el ratito que hemo eshao?”

Jueves 11 de agosto, 2022. Escrito en Astorga.

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